octubre 28, 2010

Las lágrimas son el jabón que limpia de penas tu piel

El dolor que había dejado a un segundo plano durante todo el día, que había tratado de ignorar muchas horas ya no pudo seguir esperando y salió de pronto agarrandome desprevenida. Entones no me conoci, estaba aquí sentada a las 4 y 30 de la mañana llorando profunda y silenciosamente como una niña de 5 años que necesita que sus papis vengan a consolarla y darle algunas palabras de aliento, o como una ancianita cuando muere su esposo o uno de sus hijos y no puede con el dolor, ese maldito dolor que te hace sentir tan desdichada, tan inutil, tan torpe, tan debil, ese vacío y dolor en el pecho.

Quize gritar mientras tontamente me cogía o presionaba el pecho como si estuviera manteniendo ahí mi corazón, veía todo borroso y sentía mi rostro lleno de lagrimas a temperatura elevada, al cabo de unos minutos se secaban y venían unas nuevas, me seguía doliendo el pecho y ardían los ojos, me sentía tan mal, y sabía que ya había sido suficiente de llorar, pero no, nunca es mucho y entonces volví a leer aquellas líneas que me trajeron recuerdos de estos dos últimos maravillosos meses y sucedio de nuevo lo mismo, pero qué masoquista puedo ser!, ese sentimiento no se iría ahora mismo, merecía sufrir, sentirme idiota y la mujer mas infeliz que pueda existir en el universo y solo lloraba y lloraba y estaba sentada como autista mirando al vacío, cogiendome de las piernas presionándolas contra el pecho.

Me sentía emo y solo hacía falta una cuchilla que no conseguiría porque prefería llorar hasta no tener lagrimas. De pronto mire por la ventana, el cielo sentía mi enorme pena, mi dolor, y me acompañaba, estaba llorando, estaba triste, estaba sola, al igual que esta madrugada... sin habitantes en las calles, lloviendo y silenciosa..

Llorar es purgar la pena,
deshidratar todo el miedo que hay en ti,
es sudar la angustia que te llena,
es llover tristeza para poder ser feliz.

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Así que voy a perder mi tiempo, y voy a quemar mi mente.