
Quize gritar mientras tontamente me cogía o presionaba el pecho como si estuviera manteniendo ahí mi corazón, veía todo borroso y sentía mi rostro lleno de lagrimas a temperatura elevada, al cabo de unos minutos se secaban y venían unas nuevas, me seguía doliendo el pecho y ardían los ojos, me sentía tan mal, y sabía que ya había sido suficiente de llorar, pero no, nunca es mucho y entonces volví a leer aquellas líneas que me trajeron recuerdos de estos dos últimos maravillosos meses y sucedio de nuevo lo mismo, pero qué masoquista puedo ser!, ese sentimiento no se iría ahora mismo, merecía sufrir, sentirme idiota y la mujer mas infeliz que pueda existir en el universo y solo lloraba y lloraba y estaba sentada como autista mirando al vacío, cogiendome de las piernas presionándolas contra el pecho.
Me sentía emo y solo hacía falta una cuchilla que no conseguiría porque prefería llorar hasta no tener lagrimas. De pronto mire por la ventana, el cielo sentía mi enorme pena, mi dolor, y me acompañaba, estaba llorando, estaba triste, estaba sola, al igual que esta madrugada... sin habitantes en las calles, lloviendo y silenciosa..
Llorar es purgar la pena,
deshidratar todo el miedo que hay en ti,
es sudar la angustia que te llena,
es llover tristeza para poder ser feliz.